Viminale-Poste, el acuerdo que pretende asegurar la "puerta digital" del país


el protocolo
Se renueva el acuerdo de seguridad: 500 nuevos especialistas para Correos, mientras que la Policía Postal podrá contar con formación forense impartida por la Agencia Nacional de Ciberseguridad.
Cuando, en 2018, la Policía Postal instaló las primeras guarniciones en los centros de datos de Poste Italiane, la medida fue considerada por muchos un gesto simbólico. Siete años y decenas de ataques de ransomware después, esa guarnición se ha convertido en el eje de una alianza que se renueva hoy en el Viminale. Sentados en la mesa de firmas están el ministro del Interior, Matteo Piantedosi; el jefe de policía, Vittorio Pisani; y el director general, Matteo Del Fante; junto con el director general, Giuseppe Lasco.
El protocolo no promete grandes sorpresas: ni cifras millonarias ni inauguraciones espectaculares. En cambio, se centra en las prácticas cotidianas: intercambio de indicadores de compromiso, equipos mixtos que operan a distancia y un "gimnasio" donde técnicos e investigadores simulan escenarios reales. Las cifras filtradas hablan de 500 nuevos especialistas para Poste, mientras que Postale contará con formación forense impartida por la Agencia Nacional de Ciberseguridad.
En segundo plano se encuentra el Proyecto Polis, financiado por el PNRR, que transformará siete mil oficinas en pequeños municipios en ventanillas digitales para las oficinas de registro civil, el INPS y la sanidad. Protegerlas significa proteger la vida cotidiana: en este caso, el malware equivale a una cola que pasa de la ventanilla a la pantalla. Según Clusit, en 2024, los ataques a la administración pública aumentaron un 66 %; muchos municipios no cuentan con un CISO y la Agencia ACN aún está contratando personal.
Por lo tanto, el acuerdo de hoy se presenta menos como una proclamación y más como un pacto de supervisión mutua. No resuelve el problema del "punto único de fallo": cuando un solo operador posee los registros SPID, PagoPA y de registro, la redundancia debe volverse política. Pero al menos intenta coordinar las defensas antes de la emergencia y no después. La firma no cierra el camino hacia la ciberseguridad nacional: abre una puerta, con la esperanza de que permanezca bien blindada.
Para Poste, el acuerdo es una prueba: la confianza del contador es válida tras el cortafuegos. Para Postale, es la transición de la investigación a la defensa en tiempo real.
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